1 de octubre - El regreso

   Hoy me despierto a las cinco de la mañana para preparar la maleta, quiero recogerlo todo en la habitación y limpiar antes de irme. El desayuno a las 7:30 h como cada día, después, ya con la maleta hecha, voy a llevar un par de pantalones y unas camisas a agudos para que las tengan en caso de necesitarla para personas que no tengan para cambiarse hasta que la familia les traiga. paso por consultas externas a despedirme de las personas que están trabajando. Alguna foto de ultima hora y deseos mutuos para que nuestras vidas sigan bien.  Las personas me han tratado todas con mucho cariño y su agradecimiento es sincero.

    Grabo un video con la ayuda de un paciente que está en farmacos (anteriormente en agudos) en tratamiento para tres meses. Su afición es hacer videos y peliculas. llega la hora de irme y estoy en pleno video. Lo tengo todo a punto, el taxi me está esperando en la puerta para acompañarme al aeropuerto. La despedida con los hermanos ha sido en el desayuno, me despido del hermano Luis con la esperanza de vernos en Barcelona en su próximo viaje. 

   Me lleno de añoranza mientras el taxi se aleja de km 8 de la avenida Blanco Galindo, así conocen al psiquiátrico en toda la zona. Llego en veinte minutos al aeropuerto, mi viaje acaba aquí. Vuelo con la misma alegria e ilusión que cuando llegué a Cochabamba. Aquí dejo grandes personas con las que seguiré en contacto, y en mi regreso retomo de nuevo mi vida junto a familiares y amigos. Tomo el vuelo rumbo a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. no llega a una hora el vuelo en un avión bien pequeño.  En Santa Cruz tengo unas seis horas de escala, voy a visitar la ciudad. Me dirijo en bus al centro, como y me doy una vuelta en un mercado cerca de la plaza principal, cafeteo en una terraza y cuando me doy cuenta es la hora de volver. Santa cruz es una ciudad colonial, una ciudad con mucho comercio y bien estructurada en grandes avenidas. Algunas de sus calles adoquinadas me transportan a esa gran ciudad que hoy día mantiene su esplendor. Sus habitantes vestidos más informales han perdido en parte las vestimentas indigenas que si pudé ver en otros lugares del país.

    Llego al aeropuerto, el vuelo parece ser que va en hora. Los controles para viajar a España son rigurosos y repetitivos. Justo antes de entrar al avión, en el tuner de acceso al avión nos esperan dos policias con un perro para controlar las chaquetas y el equipaje de mano. Decido no cenar para no favorecer el jetlag, llego el dia dos y el tres ya voy a trabajar. El vuelo es bastante tranquilo, algunas turbulencias, pero nada preocupante. aterizamos a la una del mediodía en Madrid, unas tres horas de escala y a Barcelona. Aprovecho para comer un buen bocadillo de jamón. cafe expreso y ya me dirijo a la puerta de embarque. 

   A mi llegada a Barcelona me está esperando mi hermana con su marido. Todos son preguntas en el trayecto  de barcelona a Vilafranca. Feliz de estar de  nuevo en mi realidad, viviencias y aprendizajes dificiles de olvidar. En los próximos días mi corazón estará divido en las personas que sé que todavía estan ingresadas en el psiquiátrico y las personas que me voy reencontrando.
   Voy en busca de mi hija, vamos a cenar con mi madre. Así hoy ceno con las dos personas más importantes de mi vida, sangre de mi sangre. Voy a dormir feliz, contento por la experiencia, el aprendizaje e ilusionado por todo lo vivido. Ahora toca revivirlo lentamente en mí y crecer con todo lo acontecido.

  Mi frase de hoy es:
   La distancia voluntaria te hace ver más claramente lo esencial en tu vida.


























Comentarios