12 de septiembre

Hoy me despierto algo mareado y con dolor de estomago. Parece ser que la altura y la alimentación van intentar aminorar mi dedicación al voluntariado. desayuno un mate de coca para no castigar más al estomago y ver si se me pasa. Voy a consultas externas y colaboro con Aideé, atendemos a los pacientes que van llegando. Personas que llegan de todas partes de la comunidad, algunas de santa Cruz, La Paz, Sucre, y poblaciones más pequeñas cercanas. Realizamos un ingreso en agudos varones. acompaño al usuario y una vez en el lugar visito a paciente que tiene el pie inmovilizado. Me sorprende que lo han vuelto a castigar e incomunicar, pero lo cierto és que esta vez intentó quitarse el yeso que le habían puesto en la pierna. Por eso lo castigan sin salir de la habitación y lo vigilamos con más detalle para ver como progresa.

Me retiro a media mañana a descansar, mi estomago y el leve mareo me marcan el ritmo. En la comida como algo suave (sopa de arroz) y otro mate de coca. Una leve siesta y repito en agudos a visitar a los pacientes.

Hoy están jugando al Jenga (un juego de fichas de madera típico de Bolivia). Otro grupo de chicos y chicas juegan juntos al Uno. la tarde vuelve a ser animada y se interesan si el artista nos regalará su función. Hablo con el músico que accede de nuevo a darnos su repertorio y saber hacer. La mayoria se entragan con pasión al baile y la canción, hoy se animan a contar chistes y contagiarse unos a otros con carcajadas. Mientras tanto en un par de veces visito a nuestro paciente recluido en la habitación, muestra su arrepentimiento y ganas de portarse bien. La orden de la Doctora siempre prevalece en los casos donde el paciente no sigue las normas. Es la cara y la cruz de un psiquiatrico, personas que incluso pueden olvidarse de donde están y sin embargo otras lo notan en cada segundo de este día.

Mi estomago parece que se ha estabilizado y en vistas de que no me apetece cenar me voy a la ciudad a pasear. Son dos días antes del 14 de septiembre (fiesta de la ciudad de cochabamba) y se nota el ambiente festivo. Hay bandas de música que cortan las avenidas principales, hay conciertos en la plaza 14 de septiembre (punto central de las fiestas) y personas que van y vienen al caer la noche.

Me retiro a casa después de pasear en una tranquila y oscura ciudad, una ciudad donde sus gentes son muy reservadas. Personas educadas y prudentes mayoritariamente que siempre están pendientes de todo lo que pasa a su alrededor. La temperatura es genial, voy con una chamarra (chaqueta) que compré aquí en la ciudad un día que me sorprendió la noche.

La noche da paso a un nuevo día y yo me dispongo a descansar para mañana poder estar a 100%.

Hoy mi frase es:

Aprovecha cada momento, las circunstancias cambian sin avisar, y es ahí donde debemos aprender a vivir.