9 de septiembre - Domingo

    Hoy después del desayuno me acerco al pabellón de agudos para ver quien quiere ir a misa. Son varios los que se animan. La misa es a las 10 h. de la mañana, todavía no son las 9 h. hablo con los licenciados en enfermeria para que vean si todos los que solicitan ir a misa tiene permiso del médico para salir. Como era de esperar algunos no tiene permiso y en esta ocasión no podrá ser. 

    Hablo con el licendiado Genrryth (asi se escribe su nombre) me explica que lleva ya casi 10 años. Por casualidad le pregunto si su nombre se escribe con H (Henri) y me explica que cuando su padre fue a inscribirlo en el registro como no sabian escribirlo miraron un periodico y lo copiaron. Genrryth me explica orgulloso que en todo el mundo sólo hay tres personas que se llaman así. Me gustaría saber si los otros dos casos son también fruto de un error o si por el contrario estan escritos correctamente y voluntariamente. 

    Me sigue sobrando tiempo antes de misa y en la sala de TV están tres pacientes jugando al parcchis. Pregunto si me dejan jugar con ellas (está empezando la partida) y gustosamente jugamos los cuatro. Mi sorpresa es que aquí en Bolivia no se juega como en España. Para sacar ficha es con el número seis, si es la primera ficha de las cuatro, si sale un uno también pueden sacar ficha. Lo más sorprendente es que cuando matan ficha y la envian a su casa no se cuentas 20, y por descontado al llegar a la casilla final tampoco se cuentan 10. Bromeo con ellas que me ganan porque me están haciendo trampa y nos pegamosunas buenas risas compartidas. 

    Vamos a misa, al final son tres menos de los que se habían apuntado. Salimos seis hombres y  mujeres. La iglesia tiene acceso por el interior del recinto psiquiatrico. Una misa muy entretenida donde también vienen los vecinos cercanos. Una vez finalizada la eucaristia regresamos al pabellón de agudos y las tres bajas de última hora me dicen que no se habían dado cuenta que nos ibamos.

    Paso el domingo por la ciudad visitando la plaza de Colón, la iglesia de san josé, un mercado artesanal. después de comer paseo por la ciudad hasta llegar a la falda de la montaña del Cristo (un escultura gigante de 34 metros que se ve practicamente de toda la ciudad). La subida y bajada es en teleférico, aunque se puede ir y venir por unas escaleras (desaconsejado totalmente por peligrode robo). Es uno de los lugares más turísticos de la ciudad. Me dan las siete de la tarde y el frio nos visita mientras hago cola para bajar en el teleférico. Vuelvo a caminar por la ciudad que de momento no me muestra inseguridad. La temperatura es buena, ceno en una terraza y para llegar a casa agarro un taxi que la nocturnidad le hace creer al conductor que está en un circuito de formula 1.   

     Mi frase de hoy es:
     Por muy mal qué estés, sonrie demostrando tus ganas de vivir.

Partida de parchis matutina.

Iglesia de San José en la plaza de Colón.

Interior de un taxi.

Teleférico de Cochabamaba.

Puesta de sol subiendo en el teleférico.

Laguna de Cochabamba.

El Cristo abraza a la ciudad
 .
Datos de la imagen del Cristo.

La ciudad iluminada.

Prescioso Cristo de Cochabamba.



 

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