29 de septiembre - a dos días.

     Hoy me he levantado algo más tarde. Desayuno a las 8 y me preparo para ir a agudos. Voy a ver si puedo preparar para hacer el bingo y repartir las gorras y las camisetas entre los pacientes.

   El usuario de la pierna rota está totalmente calmado y con los demás. La paciente embarazada está sin poder salir de la habitación por el riesgo de suicidio. Organizo el bingo, juegan una docena de pacientes. Un par de horas donde el licenciado Genrryth también juega, se lleva de premio al bingo una camiseta técnica de deporte.  El resto de premios es bien repartido entre los chicos. Los premios de las líneas son caramelos, que rápidamente comparten entre ellos. 

    La mañana pasa muy rápida, he qedado  a las 12 para ir a almorzar, comida, con la familia de una paciente ingresada por moobing. Me recogen en el km 2 de la misma avenida donde está el psiquiátrico. Vienen sus dos hijos, su hermana y la hija de esta. M llevan a un restaurante especializado en cocina de la ciudad de Sucre. Hoy por fin pruebo "la salteña" y otros platos típicos bolivianos. 

    En la comida Angelica me sorprende con diversos regalos por mi acompañamiento dentro del instituto psiquiátrico San Juan de Dios. Sus presentes son: una funda para mi ordenador portátil con tejidos bolivianos, una caja artesanal con imágenes del país, pañuelos de la virgen de Urcupiña. La hermana, también agradecida, me regala un colgante de pared con monedas incrustadas. 

   La comida es súper distendida donde toda la familia me explica diversas vivencias, me hacen preguntas sobre mis motivos y porque Bolivia y no otro país. Es una familia muy unida, los primos conversan con tanta complicidad que podrían ser hermanos. Después de la invitación de ellos a almorzar, invito yo a unos helados artesanales buenísimos. Para rematar el día vamos a una feria de flores y plantas. Aprovecho para comprar una flores en un macetero bien original y diferente como regalo para Cristina, la chica de información del centro psiquiátrico, que esta noche me ha invitado a mí y al hermano Luis a su cumpleaños. 

    Me despido de la familia, antes hacen una parada y compran dos botellas de vino del país para regalarme. El día ha sido genial, es gratificante encontrar personas tan agradecidas y sinceras. 

   Me quedo en la ciudad para hacer las ultimas compras de regalos antes de mi regreso a Barcelona. Llego con el tiempo justo de ducharme y acicalarme para ir a la fiesta de cumpleaños de Cristina. A nuestra llegada me presenta a su marido, su hija, y algunos invitados que no conozco. Hay personas del centro que son amigos de la cumpleañera. La cena la prepara el marido, mientras tanto la bebida y el baile no falta. Entre los invitados estan la doctora Vivian, compañera de equipo de voleivol, un par de licenciadas, la cajera del centro, una chica de administración, y diversos familiares. La trentena de personas nos movemos con las canciones que pincha el dijockey. Una vez cenados bailamos ritmos bolivianos como la cueca o cuequita entre otros. Durante la cena, bien amena, comentamos la diferencia de diversas palabras y su diferente significado dependiendo del país que se pronuncia el mote. Tarta, palabras de la protagonista, canción dedicada y cantada por el marido de Cristina y mucho baile y alegria. Sin darnos cuenta nos dan la 1:30 de la mañana y el hermano Luis y yo nos retiramos a dormir. Yo bien satisfecho de ver una autentica fiesta boliviana donde lo mejor de todo son las personas y su amabilidad.

La frase del día es:
Acepta lo que te da la vida, lo que damos vuelve a nosotros con el mismo amor y cariño. No es lo que recibes, es quien y como te lo entrega.













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